miércoles, 25 de mayo de 2016

La Doctrina Monroe se convierte en la Doctrina Obama.


Altamente desacreditada, la Doctrina Monroe, una política desarrollada por el presidente James Monroe que estipula que el hemisferio oeste es el patio trasero de Estados Unidos donde ejerce completo tutelaje, ha sido desempolvado por Barack Obama.

La neo-Doctrina Monroe, que podría llamarse la Doctrina Obama, ha visto a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), el Departamento de Estado y el Pentágono trabajando activamente para destituir líderes progresistas del poder en América Latina.

El primer líder que fue víctima de la Doctrina Obama fue el presidente hondureño Manuel Zelaya, destituido en 2009 por un "golpe institucional" personalmente aprobado por la entonces Secretaria de Estado, Hillary Clinton. Además, un amigo cercano de Clinton, el abogado Lanny Davis, comenzó a presionar en Washington para influir en la nueva junta militar que dirigía el gobierno.

Próximo en la cola para destituir fue el presidente paraguayo Fernando Lugo, un ex obispo católico romano y seguidor de la marxista "teología de la liberación" dentro de la Iglesia Católica. En 2012, Lugo fue impeached (de impeachment, nota del traductor) por la bancada derechista en la legislatura paraguaya y removido de su cargo.

Luego vino Argentina, donde el neo-fascista Mauricio Macri, intendente de Buenos Aires, venció al protegido de la progresista Cristina Fernández de Kirchner, Daniel Scioli, con un nada cómodo 51.34% contra 48.66% en las elecciones del 22 de noviembre de 2015. La votación se vio empañada por reportes de fraude electoral en Buenos Aires, en el terreno propio de Macri. Estados Unidos es el líder mundial en elecciones corruptas, habiendo refinado la habilidad de hacer votar a la gente contra sí misma, voltear votos en las máquinas, malcontar papeletas, y generar prospectivas confusas en los votantes con centros de votación cerrados y los así llamados "votos provisionales".

Siguió Venezuela el 6 de diciembre de 2015, cuando la oposición derechista apoyada por EEUU ganó el control de la Asamblea Nacional. Los derechistas inmediatamente comenzaron los procedimientos para remover del poder al presidente socialista Nicolás Maduro.

El 21 de febrero de 2016, Bolivia celebró el referéndum sobre la enmienda a la Constitución para permitir al presidente socialista Evo Morales y al vicepresidente Álvaro García Linera postularse para un tercer mandato en 2019. El referéndum fracasó con un estrecho margen de 51.29% contra 48.71% en la votación, casi exactamente el mismo que el voto argentino que puso a Macri en el cargo. Morales afirmó que los "medios de comunicación social" enviaban información incorrecta para influir en el electorado boliviano. Era un hecho que la estadounidense Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), código clave de la CIA, y el Instituto Open Society de George Soros usaron grupos fachada para inundar Bolivia con propaganda anti-Morales.

Mientras Estados Unidos alguna vez exportó a Latinoamérica armas, tanques y equipo antidisturbios para imponer su voluntad, ahora exporta consultoras electorales que aseguran el amplio fraude.

La Doctrina Obama, en vez de apoyarse en tanques y tropas en las calles para derrocar gobiernos legítimos en América Latina, enfatiza el proceso "constitucional" para remover líderes que no gusten en Washington. Nada más se puede esperar de un presidente estadounidense que se ha proclamado como un graduado en derecho constitucional.

El senador Aloysio Nunes, presidente del Comité de Relaciones Internacionales del Senado brasileño y miembro del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), quien no es socialista ni demócrata, viajó a Washington bajo las órdenes del vicepresidente brasileño Michel Temer del ala derechista del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), para coordinar con la administración Obama y funcionarios del Partido Republicano el impeachment a la presidenta Dilma Rousseff del ala izquierdista del Partido de los Trabajadores. Temer ya está actuando como presidente de Brasil a raíz de que la Cámara de Diputados impugnara a Rousseff por razones puramente políticas.

Nunes contrató los servicios de Madeleine Albright, ex Secretaria de Estado y amiga cercana de Hillary Clinton, para allanar el camino del apoyo de la administración Obama a un nuevo gobierno pro-estadounidense para tomar el poder en Brasilia. El problema para los estadounidenses es que Rousseff, que fue impeached por alegatos de corrupción, se niega a renunciar. Se ha señalado que la mayoría de la figuras que tratan de echar a Rousseff están, ellos mismos, enfrentando investigaciones por corrupción por la justicia brasileña.

Lo que le ha pasado a Rousseff no es diferente de la destitución de Lugo en Paraguay. El proceso de impeachment fue un abuso en ambos casos para remover líderes independientes de Washington. Nunes indudablemente habló con funcionarios de la administración Obama y republicanos en el Congreso sobre el nuevo gobierno, que saldría de los Brics, alianza entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Nunes y Temer también favorecerían las relaciones militares con Estados Unidos.

En todos los países de América Latina elegidos como blanco por Estados Unidos para la imposición de líderes neo-fascistas, se consiguen individualidades cercanas a la maquinaria Clinton. La oposición derechista de Brasil ha recibido el apoyo lobbysta de la firma de Albright, Albright Stonebridge Group. La oposición derechista de Venezuela ha sido respaldada desde hace tiempo por la empresa del "matón" de los Clinton, James Carville, llamada Greenberg Carville Shrum. La junta militar de Honduras que reemplazó a Zelaya tuvo el espaldarazo de Trident DMG, co-fundado por Lanny Davis.

Un antiguo "Memorándum de Inteligencia", confidencial de la CIA fechado el 29 de diciembre de 1975, concluyó que América Latina tenía que ser destetado del "tercermundismo". La conclusión se basó en la votación de convencidos países latinoamericanos que habían votado a favor de una resolución en la Asamblea General de la ONU que equiparaba el sionismo con el racismo. Los países fueron Brasil, Cuba, Granada, Guayana y México. Otros once países en el hemisferio oeste se abstuvieron de votar. El lobby israelí en Estados Unidos empezó a pujar por el cambio de regímenes en América Latina, y tenían como su principal promotor el entonces Secretario de Estado Henry Kissinger. Hoy, los camaradas de Kissinger: Hillary Clinton, Albright, Davis y otros clintonistas están usando las raídas relaciones entre Israel y países como Brasil, Venezuela, Ecuador y otros, como grito de guerra por el cambio de regímenes. Después de todo, Estados Unidos no tiene permitido tener una política exterior independiente de la de Israel, aun en su propio hemisferio.

El reporte de la CIA indicaba que Estados Unidos anhela el retorno al pasado en América Latina, donde "los latinoamericanos encontraron cero afinidad con los mucho menos desarrollados países de África y Asia y tendían a mirar a los países de Oriente Medio a través del prisma israelí".

Para Latinoamérica, los feos estadounidenses y sus maestros titiriteros israelíes han regresado. Y su "reina", en todo caso, es Hillary Clinton, quien dicen que es "Richard Nixon en traje de dos piezas".

Publicado en Intrepid Report por Wayne Madsen: periodista norteamericano y columnista de asuntos de inteligencia y relaciones internacionales.

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